Somos
dos almas gemelas
que engañadas tienen que vivir
porque ambas sabemos
que nunca a un mismo paso podremos seguir.
Tú
buscas más, yo me cansé de ir buscando,
loco me he vuelto por el desamor,
paciente por el desengaño.
Y
aunque he actuado mal por el temor de perderte,
he pensado y me he dado cuenta
de que no puedo detenerte.
Lo
único que te pedí fue sinceridad,
ya nada puede dolerme,
te prometí que no importando lo que pasara
yo seguiría aquí, junto a ti,
y tú no supiste responderme.
No
me interesa lo que buscaste en él,
no me interesa si no te duele,
y si con él tú fueras feliz no podría detenerte.
Mas
sin embargo, sé entenderte
pues somos tan iguales que reclamarte
sería de mi parte algo inconsciente.
Y
a los dos los quiero tanto que si felices son,
mi felicidad es con
ustedes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario