jueves, 31 de mayo de 2012

Aquel mar


Tus ojos tan vacíos, mi gran amigo soñador.
Tu vida solitaria es como la vida que añoro yo.
Tu silencio que enmudece me hizo pensar
que si yo como tú viviera, tal vez mi vida se llenaría más.
Quisiera quererte por siempre,
encontrar a ese amigo que siempre he buscado,
sentir tu soledad y sufrir tus tristezas,
estar junto a ti y a tu rareza.
Junto aquella inmensidad conocí lo que era la vida,
y me cegué ante tu risa y recordé por siempre
aquel lugar que nos cubría.
Sentimos la naturaleza, todo era claro en esa vida,
y ahora sólo espero tenerte como amigo,
por siempre y para siempre de mí cerca.

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