Creo
de nuevo en la vida,
mi cuerpo se llena de luz,
creo con fuerza desmedida en tu terco corazón.
Creo en tomarte de la mano,
en tu dulce caminar y en tu pasión.
Tu
mirada silenciosa lo dice,
parece que quiere gritar,
pero tu miedo a la vida deprisa te hace en seco
frenar.
Y sin embargo sé que te arrepientes,
y sin pensarlo sé que me quieres besar.
Por
fracasos del pasado
nos hemos encerrado en el dolor,
siguiendo amores inexistentes
y llorando por su adiós,
y a veces se nos presenta el cariño
y por las lágrimas no lo vemos,
seguimos de frente.
Pero
yo logré secar esas lágrimas,
y lo primero que vi fue tu sonrisa,
y quede prendado a ella,
ahora te pertenezco.
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